¿MERCADO DE TRABAJO O RELACIONES LABORALES?

En el ámbito de la economía, tiene poco sentido hablar de mercado de trabajo. Ciertamente habría que establecer un seudo mercado de trabajo para referirse a un conjunto de relaciones sociales, que tan sólo en un pequeño espacio, y en condiciones muy especiales de su práctica, se canalizan a través del instrumento que se denomina mercado. Si toda relación económica y, como tal, relación mercantil constituye un tipo de relación social particular, lo es de modo evidente, en el caso de la relación de trabajo, donde los elementos mercantiles constituyen una reducida parte, inmersa en numerosos elementos de carácter no económico o mercantil, en sentido estricto.

La idea central es que la relación laboral no es única ni principalmente mercantil, sino básicamente una relación de carácter social entre el empleado y el empleador.
El factor trabajo tiene ciertas características que lo distinguen de una mercancia que puede ser objeto de intercambio. Así tenermos:

1) El trabajo no existe de modo natural y expontanéo. En los mercados se intercambia fuerza de trabajo, pero hay que aplicarla a cada taréa espcifica, lo que requiere un coste o inversión de adaptación (maquina, equipos, formación, organicación, etc)

2) No es homogéneo el trabajo, existirán tantas variedades como personas poseedoras de fuerza de trabajo.

3) Su circulación económica no es transparente, en tanto la información que fluye del mercado no esta al alcance de todos por igual, es en tal sentido que aparecen mecanismos de intermediación entre la oferta y demanda de trabajo.

4) Sus rentas son rígidas a la baja, la remuneración que perciben los que ofrecen trabajo constituye el principal activo de la mayoría de la población para reproducirse y vivir. No es pues extraño que de modo natural hay una resistencia a la baja del salario en términos nominales.

5) Tiene limitaciones en cuanto a su movilidad. Ello porque la fuerza de trabajo es inseparable de la persona que la posee; por tanto, la movilidad de trabajo esta ligada a la movilidad de las personas. Ciertamente, esta condicionada por una multitud de variables de índole socieconomico y cultural, tales como vivienda, idioma, colegios para los hijos, etc.

6) La mano de obra no puede ser separa de su portador y por eso no puede hacerse en el mercado de trabajo una transmisión de propiedad, como ocurre con la "mercancia".

7) "La mano de obra tampoco se consume como una mercancia"; el hombre es portador de prestaciones de trabajo.

8) El trabajo no es reproducible a voluntad, como ocurre con las mercancías.

9) La cantidad de trabajo no depende del precio de la mano de obra. Por el contrario, la venta de una mercancia puede aumentarse, disminuyendo su precio, ello no es factible con el trabajo.

Comportamiento anómalo del mercado de trabajo

El enunciado de la ley de oferta y demanda indica que si disminuye el precio de una mercancía, también se observa una baja en las cantidades ofrecidas por ella. No es esto lo que ocurre con la oferta de trabajo, ya que si los salarios son bajos los trabajadores tratan de buscar más trabajo, con lo cual aumenta la oferta de mano de obra. Por el contrario, si aumentan los salarios, disminuirá la presencia de trabajadores dispuestos a trabajar (al menos bajará la oferta de horas de trabajo); la oferta es precisamente lo contrario (si aumenta el precio la oferta crece).