
Las formas de clasificar a una persona como subempleada son múltiples.
Así se pueden determinar como factores a considerar para determinar a un
subempleado: la retribución, la jornada de trabajo, la estabilidad en el empleo,
y las capacidades y el nivel de instrucción exigidos para el trabajo. En tal
sentido, será subempleada una persona, en tanto estas características estén por
debajo de cierto nivel definido a partir de un empleo anterior del mismo
trabajador, y los empleos de otros trabajadores con los que se hace la comparación,
entre otros factores.