FLEXISEGURIDAD Y MERCADO DE TRABAJO

Cualquier política laboral que se implante por  los gobiernos, debe buscar un balance entre las nuevas necesidades generadas a partir de mercado de trabajo y los derechos de los trabajadores, esta disyuntiva entre necesidades por generar empleo y respeto al carácter tuitivo del derecho laboral, originó la figura denominada flexiseguridad. Este nombre fue acuñado por la doctrina relacionada con las ciencias sociales, la sociología, la ciencia política y economía.

En el caso especifico del Perú, partimos de la premisa, que de un total de 183 paises paises ocupamos el puesto 153 en el ranking de la legislación laboral menos flexible para el año 2012, según la información manejada por el Banco Mundial y preparada por el Instituto Peruano de Economía. En tal sentido, cabe preguntarnos: ¿como hacer una legislación laboral menos flexible que genere inversión y consecuentemente empleo, y que a la vez busque un equilibrio en el respeto a los derechos laborales?. La respuesta estaría en la flexiseguridad.

Ciertamente, la flexiseguridad se presenta como una alternativa ante los excesos de la flexibilidad entendida como desregulación y precarizacióin de las relaciones laborales, y por otro lado entre la demasiada protección o rigidez, que dificultan la creación de empleo y dinamismo empresarial.

Así la flexiseguirdad, supone una flexibilidad, pero no incondicionada, sino vinculada con medidas compensatorias relacionadas con la seguridad social y el empleo. En tal sentido, puede existir una flexibilidad de entrada en tanto se permite a las empresas contratar mediante contratos de trabajo de naturaleza temporal o a tiempo parcial, así como una flexibildad de salida que permita a las empresas la reducción de su personal sea individual o colectivamente, así como adoptar otras formas de contratación indirecta mediante mecanismos como la tercerización de servicios o intermediación laboral. 

Esta flexibilidad debe ir acompañada  de medidas compensatorias, como seguros de salud a las personas desempleadas, y/o seguro de desempleo, dependiendo el tiempo y número de cotizaciones a la seguridad social del trabajador desempleado, y la forma de desvinculación empresarial del mismo, por cierto esta no debe ser como consecuencia de una renuncia. Asimismo, debe ir aparejada de politicas activas de empleo dirigidas a mejorar la empleabilidad del trabajador, a través de la capacitación, reducciendo de esta manera las consecuencias de la pérdida de empleo.

Ahora bien, no se busca con estas medidas que los trabajadores sean inamovibles en sus puestos de trabajo, sino que se puedan reinsertar prontamente en el mercado de trabajo, dada su mayor competencia profesional. En tal sentido, de existir desempleo el mismo sería de carácter friccional, duraría el tiempo que demoré el trabajador de pasar de un empleador a otro.