Esta semana el primer ministro, Óscar Valdés, anunció el segundo aumento de la Remuneración Mínima Vital (RMV), en 75 nuevos soles, antes del 28 de julio de este año, salvo algún imponderable.
De materializarse dicho aumento, la RMV sería de S/. 750 Nuevos Soles. Este hecho esta originando protestas, las cuales señalan que las empresas que se verían afectadas en su rentabilidad serían principalmente las micro y pequeña empresa, incluso el propio Ministro de Trabajo, reconoció el impacto en algunas empresas medianas y pequeñas.
Al respecto, según el último boletín trimestral del Instituto Nacional de Estadística (INEI), el 60.8% de la PEA en Lima esta ocupado en micro empresas, que tienen entre uno y diez trabajadores, y el 10% en pequeñas empresas de entre 11 a 50 trabajadores, lo cual supone que la gran mayoría de la PEA esta empleada en micro y pequeñas empresas, las cuales sentirían el impacto de dicho incremento en los salarios.
Ciertamente, la respuesta a la pregunta planteada, tendrá un marcado tinte ideológico, estará en función de la teoría económica que trate de explicar el funcionamiento del mercado externo de trabajo, objeto de estudio de la Economía del Trabajo, en el que están presentes las fuerzas del mercado: oferta y demanda de trabajo, y en el cual los elementos principales son el nivel de empleo y el salario de equilibrio para alcanzar dicho nivel.
Así, por ejemplo, en la concepción neoclásica este tipo de intervenciones por parte del Estado, que fijan remuneraciones mínimas vitales, produce desencuentros entre la oferta y demanda de trabajo en el mercado, lo que se traduce en incrementos de desempleo o crecimiento del mercado informal, por el alto costo de la formalidad. En dicha concepción el Estado no debe intervenir fijando una remuneración mínima vital, deben ser los propios ofertantes de empleo y demandantes del mismo los que fijen la remuneración.
Por el contrario, para la Teoría Keynesiana la determinación salarial y el desempleo son procesos diferentes. En tal sentido, el nivel de salarios no sirve, para igualar la oferta y demanda de trabajo, y consecuentemente eliminar el desempleo. Ello, en tanto la cantidad de empleo que se genere en el mercado de trabajo depende de factores relacionados con la demanda agregada, que supone una cantidad de bienes y servicios que los habitantes, las empresas y las entidades públicas pueden consumir de un país, a partir de un determinado nivel de ingreso; siguiendo esta teoría económica el nivel de desempleo se origina por el descenso de la demanda agregada.
Opinó y concluyo que el incremento de la remuneración mínima vital, debe ir de la mano con medidas de fomento de carácter fiscal, crediticio y de simplificación administrativa para las MYPES, que ciertamente serán las que sufran el impacto de este incremento. En otro artículo desarrollaré tema del “Dumping Social”, que esta afectando a las MYPES y por ende a la contratación de trabajadores, por ejemplo en la industria de la confección.
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